Sumergida en el océano de los desencantos
tú me rescatas, pirata, sin cara de malo,
sin parche en el ojo y sin pata de palo.
Nado contra corriente en este océano
embravecido y tenso, me tambaleo,
intento sobrevivir en un barco que zozobra.
Pero tú me reflotas, niño tierno.
Corsario del cariño, tu Amor es dulce
y tu coraje de bucanero saquea este corazón
descentrado, desesperado, inquieto...
Las aguas bravas se ensañan conmigo
pero tú las apaciguas con un barco de
besos y de Amor...me dejo amar y te quiero.
DamasArt 12/07/2013