Esta tarde te ví en el campo, llegaste volando y te posaste sobre una de las hojas de un árbol cercano a mí. Me acerqué a tí, lentamente, y toqué tu cuerpo, con mucho cuidado para no lastimar tus alas y que no perdieran su color. Te cojí y tú me dejaste acariciarte. Te quedaste conmigo un rato y de repente revoloteaste a mi alrededor...y volaste. Volaste muy alto.
Gracias Rey.
DamasArt 28/04/2012

No hay comentarios:
Publicar un comentario