¡Vampiros!
Vampirizan corazones,
se alimentan libando lágrimas,
chupando sangre de dolores
y púdicos candores
mancillados por penas
provocadas
y ausencias estudiadas...
Inventan males incurables
y autoestimas malogradas
buscando atenciones,
llamando llantos.
Implorando mimos
se crecen entre lágrimas,
y se elevan en su cáscara.
Introspectos, maquinan
formas y maneras,
estudian, manipulan,
forcejean...
elevan su ego en
las tormentas
dañando almas...
...afectando corazones.
“Vuela, vampiro, vuela,
o quédate y aprende
que no se manipula,
que la vida es breve...
que la amistad no daña
y que el amor sí duele.
Vuela, vampiro, vuela,
o quédate y aprende”.
Cuídate de los vampiros,
revolotean,
aparecen y desaparecen
cuando menos lo esperas,
y puedes estar seguro
de que se comerán tu corazón,
y derretirán tu alma.
Ellos se alimentan
de la sangre de tus penas,
de tus lágrimas y de la tristeza
que hábilmente manejan
con sus malas tretas.
¡Cuídate de ellos
y si puedes, vuela!
DamasArt.-19/07/2011
SOBRE EL MALTRATO PSICOLÓGICO
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