Abandonando la duda a la suave brisa, me tumbé sobre la arena a observarla. Revoleteaba a mi alrededor, suavemente, como una mariposa, alejándose a veces, otras regresando a mi lado, acompañando al vaivén de las olas del mar. En ese momento tu mirada se posó penetrante sobre la mía y tus labios esbozaron una sonrisa antes de pronunciar un “te quiero” claro y rotundo, que con
siguió disipar la mariposa sólo durante algunas semanas más...y semana tras semana han pasado años en los que no sonríes, ni me dices “te quiero”, ni siquiera tu mirada se posa en mí más que para acompañar a tus labios con insultos, gritos y estrategias de maldad...no debí abandonar la duda a la suave brisa entonces...debí arrojarte a tí al mar.
DamasArt. 18/12/2011
Bebe: "Malo"
DamasArt. 18/12/2011
Bebe: "Malo"

No hay comentarios:
Publicar un comentario